Mi afición al futból

A mi me encanta el futbol.
Alrededor del mundo, como es bien sabido, hay millones de personas que comparten mi afición por este deporte.
Yo considero que esto se debe a que se trata de un deporte muy especial. Pues a pesar de contar con una bola de mafiosos en la FIFA, es en escencia un deporte tremendamente democrático, porque para practicarlo no necesitas mas que un par de piedras, para marcar la portería, y algo que patear que sirva de balón y listo. En ese sentido es un deporte muy noble. Casi cualquier persona sin importar su condición socioeconomica lo puede practicar. No requiere de un balón especial como el americano, ni de canchas o metas especiales como el basquet, o de herramientas esenciales como el bate o los guantes de beisbol. Cualquiera lo puede jugar en prácticamente sobre cualquier terreno medianamente plano.


En la primaria usábamos todo tipo de objetos para jugar futbol. Dependiendo de la disponibilidad de materiales usábamos una lata rellena de papel o una lata aplastada a manera de puck de hockey. Podíamos usar botellas de plástico (Frutsi) rellenas también de papel o aplastadas y con nuestros sueteres o mochilas marcaban la meta.
A veces incluso teneiendo la posibilidad de usar un balón, decidíamos usar estas alternativas. Era muy divertido.
A mi la posición que siempre me llamó mas la atención fue la de guardameta. Hasta que de plano me quedé bien chaparro y ya no cubría el arco oficial de forma decente, jugué siempre de portero.
Gracias al futbol rápido y el futbol 7 he podido seguir portereando ya que esas metas mas pequeñas las logró cubrir bastante bien. Naturalmente lo que mas me cuesta son las salidas por alto ( por chaparro) pero todo lo demás me sale bastante bien.
A los 7 años de edad la mayoría de los niños ya han escogido un equipo de futbol que será el equipo de sus amores por el resto de sus vidas.
Ya sea por herencia familiar, por algún tio o primo mayor o por convicción propia, es a muy temprana edad cuando la gente normal escoge los colores con los que se ataviara por el resto de sus fines de semana.
Desafortunadamente para mi ese no fue mi caso, ya que yo a los 7 años le iba a al América.
Es una confesión dolorosa y vergonzosa pero debo admitirlo y decir la verdad:  yo fui americanista.
La verdad es que a la distancia considero que fui victima del poder mediático de Televisa y de la espectacularidad que desplegaba en ese entonces el equipo americanista en una época donde yo no tenía aun una buena capacidad crítica.
Recuerdo que para mi era sumamente fácil recordar los nombres exóticos de la alineación azul-crema como Bacas, Farfán o Brailosky. Ademas como siempre fui susceptible a admirar a los porteros, Hector Miguel Zelada fue mi primer héroe deportivo.
Supongo que en esa época mis papás traían algún rollo raro pero en mi casa no había mucho interés en el fútbol y como me dejaron solo sin ninguna guía o herencia, fui victima del influjo seductor de los colores primarios del uniforme americanista. La verdad es que en esa época no seguíamos en mi casa el fútbol con mucho ahínco, solo ocasionalmente sintonizábamos algún partido, pero no había una verdadera afición, por lo tanto afortunadamente mi americanismo tampoco fue nunca muy fuerte.

  Por suerte para mi, sucede algo muy pronto que propicia que empiece a cuestionarme mi afición por el América: en 1986 llega accidentalmente a México el mundial de fútbol evento donde tuve la oportunidad de  descubrir jugadores como Hugo Sanchez, Manolo Negrete y Luis Flores los cuales me permitieron darme cuenta que existían otros equipos distintos al América, equipo que hasta entonces yo pensaba era el único que valía la pena saber de su existencia.
Siendo mis dos padres universitarios no entiendo verdaderamente como pudo suceder que yo acabara en la escuela de futbol del América en Coapa en vez de en Pumitas. En fin.
El primer nombre que me aprendí rápidamente fue el de Pablo Larios Iwasaki el flamante portero de la selección de procedencia cruzazulina. Viendo su estilo arriesgado y a veces imprudente pronto desplazó a Zelada de mi admiración porteril.
 Luego descubrí a Hugo Sanchez del que tanto me hablaba mi abuelo que orgullosamente había seguido sus pasos por España y que ya para ese entonces llevaba un buen rato por allá habiendo obtenido su primer titulo de goleo con el Atlético de Madrid y ya ceceaba. Yo estaba muy chico aun y esas cosas aun no me importaban mucho, pero fue en ese Mundial ya con 9 años que me acuerdo que disfrute mucho el desempeño de la selección pero sobretodo el gol de Manolo Negrete contra Bulgaria que es considerado uno de los cinco mejores goles de la historia de los mundiales que hasta tiene su placa conmemorativa en el Azteca y también un gol anterior contra Paraguay de Luis Flores que fue rapidísimo recién empezado el partido.


Yo no sabía de donde habían salido  estos extraordinarios jugadores e inocentemente le pregunté a mi papá que en que equipo jugaban y me contesto: juegan con Los Pumas de la Universidad.
Ah chihuahua! ¿Y los del América onde están? Si el América era un equipo tan bueno e importante porque no había mas jugadores americanistas en la selección de México. Yo quería ver jugar a Zague, a Brailovski y a Zelada, porque en realidad los americanistas que si estaban en la selección como Manzo o de los Cobos realmente me valían un pepino por lo cual le pregunté a mi papa ¿Porque si Zelada y Zague son tan buenos, no juegan en la selección? Y mi padre, con tono de sabiduría me contestó: porque no son Mexicanos y la selección solo puede tener jugadores mexicanos, los jugadores que te gustan del América son extranjeros que contratan  para que jueguen en el torneo local donde si se vale que juegue gente de fuera. Ah ta' bueno.
En años siguientes en plena primaria gracias a mis maestros, a mi familia y a mi papá empece a cobrar conciencia de muchas cosas, empece a abrir los ojos y empecé a darme cuenta de como funcionaba México con la corrupción, el desorden y la indolencia. También entendí el papel que jugaba y juega Televisa como atarantador de masas y eso me cayó muy mal.
Conocí entonces al personaje de "El Tigre Azcarraga" y sus movidas turbias, Zabludoski dando noticias a medias sin análisis y al rey de la ignorancia y la superficialidad Raul Velasco, y la neta todo eso me empezó a dar asco. En esas andaba yo cuando que me voy enterando que el equipo de mi infancia es propiedad justamente de Azcarraga y que recién en la temporada 84-85 en una final en la que yo había disfrutado  mucho el triunfo del América, me explica mi papá que en realidad había habido un arbitraje bastante controversial que había hecho que la final, justamente con los Pumas, se decidiera en un tercer partido donde ganaron las águilas el torneo de manera turbia. Esto me dió mucho coraje.
José Ramón Fernandez
Yo no andaba para andarle yendo a esa clase de equipo y como ya no andaba para andar con tonterías, en 1988 decidí abandonar definitivamente  al América quedándome huérfano de equipo. Pero mi orfandad futbolisitca fue breve ya que justo ese mismo año descubrí a José Ramón Fernandez en su programa Los Protagonistas por las Olimpiadas de Seul y junto con él descubrí al fabuloso Andres Bustamente por lo que empece a ver el canal 13 de Imevision, cautivado principalmente por el extraordinario humor de este último. Obviamente que de José Ramón me gustó mucho su estilo sobrio y ultra-critico siempre en contra del poder monopólico de Televisa ademas de que siempre se ha caracterizado por un anti-americanismo recalcitrante derivado de su aversión a la empresa de Av. Chapultepec. En Imevisión  también descubrí a Victor Trujillo (Chiva de corazón) y Aucencio Cruz (Puma de corazón) en Tienda y Tras Tienda y su Caravana y ya de pilón descubrí también a los Pumas de la Universidad que era el equipo cuyos partidos transmitía esta cadena de TV y era admirado y apoyado por Joserra.
Instituto Mexicano
de la Televisión
En Imevisión encontré critica, información, humor inteligente, y básicamente todo lo que Televisa carecía en esa época.
En esos aciagos días sin PRD, sin IFE, sin Internet estaba mucho mas clara la guerra entre buenos y malos, entre poderosos y débiles entre el mal gobierno y el pueblo. El PRI y Televisa siempre han representado para mi lo peor de la personalidad y la historia de los mexicanos. En contrapeso del otro lado estaban y siempre han estado los artistas, los escritores y los científicos en este caso todos juntos representados por la Universidad, por lo cual para mi un partido Pumas vs América era mas que un juego de futbol, era una batalla simbólica entre la  clase pensante del país en contra de la clase poderosa y prepotente.


Pero independientemente de lo simbólico, en lo estrictamente futbolísitico fui descubriendo hacia 1989 a figuras como Luis García que con sus espectaculares remates a gol ya le empezaban a apodar "el niño artillero" y era la gran promesa de convertirse en el nuevo Hugo Sanchez, Adolfo Ríos un extraordinario y ágil portero, Alberto García Aspe y su impresionante disparo de pierna zurda, David Patiño mi jugador favorito de esa generación por su impecable técnica individual y una habilidad excepcional al conducir el balón, también seguían jugando Negrete y Luis Flores después de haber regresado de su aventura en Portugal y España, lo que me recuerda también a Miguel España (capitán de la selección en el 86). Viendo está lista de magníficos jugadores, que me caían tan bien y que jugaban tan padre y como además todos eran mexicanos decidí que Los Pumas de la UNAM serían mi nuevo equipo.

A los 11 años ya había encontrado por fin a mi nuevo y definitivo equipo.

Los Pumas de la temporada 88-89
Y que tino porque una temporada mas tarde Los Pumas se convirtieron en una verdadera aplanadora  ganándolo todo y jugando como los dioses mandan, conquistaron el titulo de goleo individual con Luis García y fueron el equipo mas goleador y el menos goleado y pa' acabar salieron campeones y nada mas ni nada menos que contra el odiado rival. La final de la 90-91 me tocó verla por televisión con la narración de José Ramón Fernandez y Raul Orvañanos acompañados por Toño Moreno, Alberto Fabris y Francisco Javier Gonzalez. Todos esperábamos una final con muchos goles, pues conocíamos perfectamente bien la capacidad ofensiva de los dos equipos en contienda. Yo que estaba estrenando mi anti-americanismo y como conocía la alineación del América a la perfección, quería verlos derrotados, era necesario, todo mi esquema de valores futbolisticos y de toda índole dependían de ello.
Lo primero que me llamó la atención en esa final fue que Los Pumas no sacaron su uniforme de local que en esa época era un distinguido uniforme blanco con el puma en dorado, sino que sacaron el uniforme de visita en azul y oro, que en mi opinión, en su versión de mangas largas, es el uniforme mas elegante que ha existido en la historía del soccer. Por mi mejor, pensé, porque ese era mi uniforme favorito de Pumas y lo sigue siendo aun, sin marcas patrocinadoras, limpio y elegante.
Comenzó el partido y a los pocos minutos: falta sobre el Tuca, tiro libre, cobra el Tuca y BANG!  Chavez se lanza, araña el balón pero ni Chavez ni nadie hubiera podido detener ese balazo. Así cobró vida lo que conocemos como "el Tucazo".

San Tuca Ferreti y su Tucazo.
De ahí pal real a sufrir como perros pateados hasta el último segundo cuando Alex Domiguez, defensa del America, remata un balón elevado dentro del área en la última maldita jugada del partido cuando el maldito de Brizio, el arbitro del partido, no se decidía a terminarlo. El remate va a puerta, el corazón se me quería salir corriendo del cuerpo,  Campos al fondo y con cierta facilidad atrapa el balón, lo abraza y lo besa. Dramatismo puro hasta el último segundo. Pitazo final. Fin del encuentro.
Mi reluciente nuevo equipo de futbol, al que por historia, por herencia y por lógica yo debí haber seguido desde chico, aquel que debía ganar todo el tiempo para demostrar que ciertos valores deben siempre imperar ante la voraz comercialización, ese espectacular equipo de futbol era campeón del futbol mexicano. Ese verano de 1991 todo se había conjuntado para que esas vacaciones fueran perfectas y fui muy feliz.

El niño artillero y  El Brody.
Independientemente de que el equipo de esa temporada me cautivo rotundamente por su especatcularidad y buen futbol, me di cuenta de un detalle: Adolfo Rios, arquero cuyo estilo me gustaba mucho, ya no era el portero titular, creo que se había ido al Veracruz, en su lugar estaba un joven acapulqueño de complexión delgada y estatura baja que extrañamente había debutado con Pumas como delantero. Pero no había sido cualquier delantero, de hecho había sido el goleador del equipo la temporada anterior y ahora por alguna extraña razón era el portero titular. Esto si que era algo rarísimo, totalmente inusual y algo digno de seguirse con atención. Todo mundo estaba comentando este dato curioso. Lo que sucede es que mientras los medios de comunicación y la gente habla todo el tiempo del América o de Chivas, nunca pueden dejar de echar un ojo a ver que pasa con Pumas pues todo mundo sabe que el siguiente gran jugador mexicano saldrá de la Universidad o de Atlas en todo caso. En este caso este inusual portero-delantero resultó ser un verdadero fenómeno. Primero que nada tenia unos reflejos inauditos, se movía con extrema agilidad y rapidez. Recuerdo que muchas jugadas de mano a mano con los delanteros era imposible determinar exactamente que había hecho para arrebatares el balón por lo rápido que efectuaba la jugada.   
Nombre ese güey era sencillamente espectacular.
En los tiros libres era una maravilla, se ve que los estudiaba bien y sabia donde colocarse para poder llegar al balón y se nota que colocaba la barrera de cierta forma para que su propia colocación le permitiera aventarse y llegar al balón para lucirse. Su 1.68 de estatura jamas fue impedimento para que detuviera todo
Sus salidas eran de lo mas eficientes porque jugaba el área como nadie. Gracias a su gran ubicación era muy efectivo cortando centros ya que al no contar con un gran estatura la ubicación, para él, era primordial.  Descolgando balones era espectacular pues contaba con un buen resorte y saltaba bastante alto. Ya no se diga atajadas espectaculares de disparos que claramente por su dirección y potencia eran goles cantados.

Sus vuelos eran espectaculares.
Gracias a Jorge Campos y a sus estridentes sueteres, miles de niños se unieron a la causa puma en esa época. Los niños simple y sencillamente lo adoraban. Pero sobre todo agradaba e impactaba a todo mundo por su manera de jugar: siempre alegre, audaz, rayando en lo imprudente, lo cual no lo hacía falto de técnica, muy por el contrario, Campos tenía una técnica individual excelsa tanto como delantero como bajo los tres palos.
De hecho muchos analistas deportivos concuerdan que era este conocimiento tan profundo de la posición de delantero la que le daba una gran ventaja como portero. Sabia anticiparse a las jugadas y hasta engañaba a los delanteros con una finta que solo él hacía en la que se tiraba al suelo para simular haberse vencido para instantáneamente incorporarse y seguir bloqueando al delantero, el cual ya confundido acababa entregándole el balón.

En un mismo partido podía ser portero y después delantero.
Campos y sus uniformes multicolores hicieron que me olvidara de Rios, Larios y Zelada.
Era divertidisimo ver jugar a los Pumas y a Campos. Era muy común ver el extraño show, que por cierto, desde esa época no he vuelto a ver jamas, de que el portero saliera a la banda a cambiarse el uniforme para jugar de delantero. Era divertido, emocionante y raro, muy raro. Campos revolucionaba los partidos cuando entraba de delantero. A veces funcionaba y a veces no, pero de que generaba un cambio de actitud en el equipo lo hacía. Sus jugadas de delantero eran igualmente espectaculares, por ejemplo cuando desbordaba por la banda usando el regate de la bicicleta para dejar atrás a su marcador.
Mucho tiempo después cuando jugaba con el Atlante, al mejor estilo de Negrete o Hugo Sanchez conectó un centro elevado con un espectacular remate de tijera para anotar el que yo considero es el gol mas hermoso de su carrera.
Desafortunadamente después del campeonato de la 90-91 Campos no pudo ser campeón con Pumas nuevamente, pues como suele pasar con La UNAM para 1992 ya se había desmantelado el equipo campeón  y el  Tuca nuestro flamante nuevo entrenador debía vérserlas negras para sacar una alineación competitiva con puro canterano y malos refuerzos.

Así empezó la larga espera de 13 años para poder ver a Pumas salir campeón.

En el caso de Campos, no tardó en ser llamado a la selección nacional por el entonces seleccionador Cesar Luis Menotti. Posteriormente cuando Menotti se largó de México harto de la porquería de directivos con los que contamos, llegó Miguel Mejia Barón ex-entrenador de Pumas a la dirección técnica de la Selección.
Mejía Barón conocía a Campos a la perfección por haberlo dirigido en Pumas, lo que permitió que el acapulqueño alcanzara en muy poco tiempo un nivel de juego impresionante que le concedió no solo una inamovible titularidad sino también fama internacional.
Aqui pongo un comercial que en su momento me fascinó y que no he vuelto a ver uno con tanta creatividad y encanto. Figurones de la talla del brasileiro Ronaldo, el italiano Paolo Maldini, el francés Eric Cantona, el holandés Patrick Kluivert, los portugueses Rui Costa y Luis Figo, wow que generación, y por supuesto en la portería el mexicano Jorge Campos.


Después del vergonzoso castigo de los cachirules, México bajo el mando de Mejía Barón mostró un buen futbol vistoso y efectivo. Campos contribuyó sin lugar a dudas  tanto a su efectividad como a su vistosidad. Recuerdo a la perfección el sub-campeonato de la selección en la Copa América del 93 y un par de atajadas espectaculares que Campos realizo contra Peru,  luego también recuerdo la lamentable tanda de penales contra Bulgaria en el Mundial del 94 donde Jorge hizo una de las atajadas mas impresionantes que yo jamas haya visto. Todavía en el Mundial del 98 se aventó un para de atajadas asombrosas ante potentes disparos de la implacable selección alemana.

Jorge Campos
Jorge Campos fue sin lugar a dudas un factor de mucho peso para que mi afición a los Pumas se afianzara y creciera, lo que me permitió aguantar junto con el resto de la afición de hueso colorado 13 años de "ya meritos". Sin embargo toda esa espera agónica se vio recompensada cuando pudimos derramar lagrimas de alegría extática aquella tarde de junio del 2004 cuando se consiguió después de esa larga sequía, la cuarta estrella.
Independientemente de la alegría que brinda el ganar un campeonato, un puma verdadero sabe que la grandeza de un equipo va mas allá de los campeonatos obtenidos. En el Club Universidad las fuerzas básicas y la escuela de futbol, lo que en términos generales conocemos como la cantera, han sido factores  indispensables para la evolución y la preponderancia del club. Por eso aunque comparándonos con otros equipos pudiera parecer que Pumas no ha conseguido tantos campeonatos; situación que habría que revisar con cuidado, pues para determinar quien pudiera ser el mejor o el mas efectivo habría que tomar en consideración factores como el indice de efectividad de cada equipo y no tan solo el numero de torneos obtenidos. Hay que recordar que Pumas sube a primera división en 1962 cuando equipos como Chivas ya llevaban casi 50 años de ventaja.
De todas formas, la aparente falta de campeonatos ha sido compensada con creces y con beneficios no solo para la UNAM sino también para todo México siendo un fértil semillero de figuras futbolísiticas incomparables.
 Los seguidores de los Pumas hemos visto como nuestro equipo ha sido la base de la selección en muchas ocasiones como fue el caso de la defensa conformada por  Jorge Campos, Claudio Suarez, Juan de Dios Ramirez Perales y Miguel España.


La media cancha mexicana en muchas ocasiones contó con el talento y liderazgo de David Patiño, Alberto García Aspe, Braulio Luna, Gerardo Torrado o Israel Castro.


Y México ha contado con poderosas delanteras en los pies de Luis Flores, Hugo Sanchez, Luis García  y Manolo Negrete. Mis héroes por siempre.


Tener una cantera de jugadores productiva en un país donde la planeación y la visión a largo plazo son tonterías inservibles ha costado a la Universidad mucho esfuerzo y sacrificios.
Parte de esos sacrificios ha sido utilizar torneos enteros para el fogueo de nuevos talentos sin traer refuerzos  extranjeros lo que ha minado las posibilidades de salir campeones, en una filosofía que ha caracterizado al club.
Después de varios años de fracasos durante los noventa hubo un cambio de directiva y llegó Roberto Saporitti, el primer técnico no-puma, para llevar al equipo a una semifinal en el Invierno del 98 contra las Chivas del Tuca Ferreti que a la postre saldrían campeonas. A los Pumas los eliminó un golazo del ex-puma Luis García y así las aspiraciones de campeonar quedaron una vez mas en el camino y hubo que ponernos  otra vez a esperar.
Llegaría entonces la primera etapa con Hugo con el cual llegaría el equipo nuevamente a una semifinal y la perdería nuevamente esta vez contra el odiado equipo de Coapa dirigidos por Manolo Lapuente en el verano del 2002, que a la postre seria el campeón.
Pero el orgullo, la pasión y el amor por los colores azul y oro se desbordaron en el 2004 cuando el hijo prodigo Hugo Sanchez en su segunda etapa, logra una temporada perfecta ganándolo todo, otra vez al mas puro estilo puma: titulo de goleo individual con Bruno "el Barullo" Marioni, equipo menos goleado y el mas goleador, y ganándole a unas aguerridas Chivas de Guadalajara en un Estadio Olímpico pletórico consiguiendo así la preciada cuarta estrella. Una temporada mas tarde ante la pandilla de Monterrey, Hugo y los Pumas lograron lo que nadie ha podido conseguir en los torneos cortos: el Bi-campeonato. El romance entre Pumas y afición era total.

Festejo a lo grande en Monterrey con la obtención del Bi-campeonato.
En el 2007 el gran Tuca en su regreso al cubil felino después de rescatar al equipo de la terrible zona del descenso, nos llevó nuevamente a una final contra el Atlante de Cancún, la cual perdimos tristemente, sin embargo, dos años mas tarde nos hizo campeones ante el Pachuca en Pachuca del Calusura 2009 y finalmente Memo Vazquez el auxiliar del Tuca toma el banquillo de entrenador y en el Clausura 2011 sale campeón ante el Morelia.
Pumas nunca ha tenido finales a modo como otros equipos donde claramente uno es superior, las siete estrellas han costado mucho esfuerzo y mucho futbol.
Irle a los Pumas de la UNAM ha sido definitivamente una de las mejores decisiones que jamas he tomado en mi chilapastrosa vida.  Lo hermoso de irle a los Pumas es que la afición por los Pumas va mas allá de una  afición profunda y apasionada a un equipo de futbol, es un afecto entrañable a toda una institución, es el respeto al esfuerzo y al trabajo duro, es el amor por el conocimiento y por los valores de cooperación y trabajo en equipo. Por supuesto que también ha sido una fiesta sin cesar. Pero yo sinceramente siento que amar a los Pumas es amar a la Universidad y amar a la UNAM es amar a México.
Dicen por ahí que rectificar es de sabios y afortunadamente, para mi, a los once años rectifiqué.
¡Como recontrachingados no te voy a querer!

¡México, Pumas, Universidad!



El reto a partir del 2015 es que Pumas debe reencontrarse con sus raíces y con los valores que lo hicieron grande y eliminar de tajo las practicas mercantilistas voraces que lo han sumido en una terrible crisis que lo han vuelto un equipo de futbol ineficiente y una escuela de futbol obsoleta.
En este blog constantemente estaré escribiendo sobre los Pumas.


He hecho un recuento de todas y cada una de las temporadas que he pasado al lado de este equipo, con el proposito de celebrar su 60 aniversario ocurrido en el 2014, Pueden acceder a dichas entradas dando click en el siguiente link:

2 comentarios:

  1. Excelente trabajo Mario, yo sigo a Pumas desde 1976 a mis 8 años, tuve la virtud de ver a los Pumas campeón por primera vez. Saludos.

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    1. De lujo, como podrás haber leído, a mi me tocó hasta la 90-91. Y no pierdas la oportunidad de ser el primero en darle follow a este blog auriazul. Saludos.

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